Tener el fregadero atascado es una de las situaciones más incómodas en el día a día de cualquier hogar. De un momento a otro, el agua deja de drenar con normalidad, aparecen malos olores y, si no se actúa rápido, el problema puede empeorar y generar filtraciones o incluso pequeñas inundaciones. Pero ¿por qué ocurre esto con tanta frecuencia? ¿Y qué puedes hacer realmente para evitarlo?
Hoy te explicamos las causas más comunes por las que se atasca un fregadero y te damos consejos prácticos y efectivos para evitarlo. Porque muchas veces, con pequeñas acciones cotidianas, puedes ahorrarte grandes problemas.
1. Restos de comida: el principal culpable
Aunque parezcan inofensivos, los pequeños restos de comida que se cuelan por el fregadero son uno de los motivos más habituales de los atascos. A menudo, al lavar los platos, se escapan migas, arroz, cáscaras o incluso grasas que, con el tiempo, se acumulan en las tuberías y forman verdaderos tapones.
Además, cuando estos residuos se mezclan con grasa o aceite, se adhieren a las paredes de las tuberías formando una capa viscosa que impide el correcto flujo del agua.
¿Cómo evitarlo?
Coloca siempre un colador en el desagüe del fregadero. Es una medida sencilla pero muy efectiva. También es recomendable que no viertas aceites ni salsas directamente al desagüe. Una buena práctica es recogerlos en un bote y tirarlos al contenedor de residuos orgánicos o al punto limpio.
2. Malos hábitos en la limpieza
El uso de productos químicos desatascadores parece una solución rápida, pero en realidad puede agravar el problema. Estos productos, si se usan con frecuencia, pueden dañar las juntas y las paredes de las tuberías, provocando corrosión o debilitando su estructura.
¿Qué puedes hacer en su lugar?
Una excelente alternativa es el uso de productos naturales como el vinagre blanco y el bicarbonato de sodio. Mezcla media taza de bicarbonato con media taza de vinagre y viértelo por el desagüe. Después de unos 10 minutos, añade agua hirviendo. Esta fórmula ayuda a disolver la grasa acumulada y mantiene las tuberías limpias sin dañarlas.
3. Pendiente insuficiente en la instalación
No todos los problemas se deben al uso diario. En ocasiones, el origen está en una instalación mal ejecutada. Si las tuberías no tienen la inclinación adecuada, el agua no fluye con la fuerza necesaria y los residuos tienden a acumularse.
¿La solución?
En estos casos lo mejor es consultar con un profesional. Si los atascos son frecuentes y no responden a una causa evidente, puede que haya que revisar el trazado de las tuberías y corregir la pendiente o incluso sustituir tramos defectuosos.
4. Limpiezas preventivas: la gran olvidada
Muchas personas esperan a tener un atasco para tomar medidas. Sin embargo, igual que hacemos mantenimiento al coche o limpiamos filtros del aire acondicionado, las tuberías también necesitan un mantenimiento preventivo.
¿Qué puedes hacer?
Vierte agua hirviendo una vez a la semana para disolver posibles residuos grasos. También puedes usar sal gruesa de forma mensual, ya que actúa como desinfectante natural y ayuda a eliminar olores desagradables. Estos pequeños gestos prolongan la vida útil de tus tuberías y previenen atascos molestos.
5. Obstrucciones más profundas
A veces, el atasco no está justo debajo del fregadero, sino más lejos, en los conductos generales de evacuación. Puede deberse a raíces de árboles, acumulaciones de residuos a lo largo de los años o incluso a elementos sólidos que hayan sido arrastrados por el agua.
¿Cómo se detecta?
En estos casos, lo ideal es realizar una inspección con cámara. Se introduce un sistema de vídeo por el interior de la tubería y se detecta con precisión la localización y naturaleza del atasco. Así se evita romper innecesariamente y se actúa de forma eficaz.
6. El olor: señal de aviso
Un olor desagradable que sale del fregadero suele ser un primer aviso de que algo no va bien. Puede deberse a residuos acumulados, grasas o restos en descomposición. Ignorar este síntoma puede llevar a un atasco total en pocos días.
Recomendación:
No lo tapes con ambientadores. Realiza una limpieza profunda o contacta con un servicio profesional si el problema persiste. Muchas veces, detectar el problema a tiempo evita reparaciones más costosas.
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